Andrés N., recibió una pena máxima de 68 años por ser el responsable del feminicidio de su hijastra de tres años en la unidad habitacional La Guadalupana. 

El hombre recibió sentencia condenatoria de 60 años por el delito de feminicidio y otros ocho años por violencia familiar. 

En rueda de prensa, la titular de la Fiscalía Especializada en la Investigación de Violencia de Género, Margarita Garcidueñas Cuéllar, dio detalles de este caso que en su momento causó indignación. 

La fiscal recordó que el 12 de agosto del año 2018, personal del Hospital del Niño Poblano alertó sobre la muerte de una niña de tres años. 

La menor había ingresado el 1 de agosto con diagnóstico de choque neurogénico, edema cerebral severo, traumatismo craneoencefálico severo y síndrome del niño maltratado. 

Tras realizar las investigaciones pertinentes, se logró determinar que el 1 de agosto de 2018, la niña estaba en su casa en la unidad habitacional La Guadalupana de la ciudad de Puebla.  

Andrés le indicó a su pareja Cassandra que bañara a su hija con agua fría; sin embargo, antes de eso, él golpeó a la menor. 

Cuando la mamá terminó de bañarla y la recostó en su cama para cambiarla, Andrés volvió a agredir a la menor. 

Andrés es el responsable del feminicidio de su hijastra; también golpeaba a su pareja

La madre intentó detener el ataque, pero Andrés también la golpeó. Al ver que la menor no respondía, el agresor intentó sumergirla en un tonel con agua  

Cassandra logró impedirlo y salió de la casa en busca de ayuda de un familiar y trasladó a la niña al hospital. 

Así, el 23 de enero de 2019, la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) solicitó una orden de aprehensión contra Andrés por feminicidio y violencia familiar. 

Después de que lo detuvieron, se realizó el proceso penal. Así, el pasado 31 de octubre el juez dictó sentencia condenatoria con prisión contra Andrés por el feminicidio de su hijastra. 

Posteriormente, el 8 de noviembre de 2024, en audiencia de individualización de sanciones, el Tribunal de Sentencias impuso la pena máxima de 60 años de prisión por feminicidio y una multa de 80 mil 600 pesos. 

Además, por violencia familiar, sumó otros ocho años más de cárcel y una multa de 16 mil 120 pesos.