Activistas consideran que hacer una demanda por pensión alimenticia no solo garantiza una mejor calidad de vida a las y los hijos, sino que también los previene de mantener a los padres que no se preocuparon por ellos.

En lo que va del año, Puebla reporta 450 denuncias por incumplimiento de obligaciones de asistencia familiar. Así lo indican datos de la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE). La pensión alimenticia es el recurso necesario para el sustento, habitación, vestido, asistencia médica y educación de las y los hijos.

Sheridan Balderas, presidenta del Frente Poblano de Mujeres contra Deudores Alimentarios considera que demandar para la pensión alimentaria es necesario.

En entrevista con Ambas Manos explicó que algunos padres demandan a los hijos por pensiones alimenticias cuando llegan a la tercera edad.

Esto es importante porque, de cierta manera, blinda a los hijos de tener una obligación alimentaria posterior con sus padres”.

Los  propios hijos pueden solicitar las pensiones

La activista aconsejó a las madres promover las demandas, pero también recalcó que los propios hijos pueden iniciar el trámite.

Invitó a hijos o madres a acercarse al Frente para recibir orientación y acompañamiento. Pues reconoció que vivir este tipo de disputas legales es desgastante. También, aconsejó acompañar el proceso con atención psicológica.

El trámite se realiza ante un Juez de lo Familiar y se deben aportar las pruebas de que el progenitor sabía de la existencia del hijo o hija.

Se hará una planilla de liquidación de lo que la persona debe de acuerdo a lo que ganaba en cada año. De esta forma, los padres deberán pagar los gastos del embarazo y nacimiento.

Las pensiones se tienen que manejar desde el día uno que los progenitores abandonaron las obligaciones alimentarias, incluso desde el embarazo. Con ello, se deberán hacer cargo también de los gastos médicos, consultas y parto, así como el nacimiento.

Esta obligación se debe pagar a las hijas hasta los 26 años. Únicamente en caso de que continúen viviendo en la casa de sus padres, sigan estudiando y no tengan hijos o se hayan casado.

La misma condicionante aplica para los hombres, pero en esos casos la edad límite son los 25 años.

La activista advirtió que es un procedimiento largo, pues requiere cinco audiencias y estos encuentros pueden tomar cinco o hasta ocho años.

Al final el derecho que están pisoteando es el de sus propios hijos, blindemos a nuestros hijos de ser obligados a tener que mantener a estos señores, que no sean obligados por el Estado, por el Estado que  no está obligando a los padres a pagar”.

Paola Macuitl Gallardo

Paola Macuitl Gallardo

Estudiante de Lingüística y Literatura Hispánica por la BUAP. Reportera desde 2019, ha cubierto la fuente de cultura y gobierno en Info Quórum y Ángulo 7.