La sobreinterpretación de las señales  

Ya, por favor, que termine el proceso electoral de Morena y digan quién es él o la candidata de Puebla. Estamos todos enloqueciendo y cayendo en una sobreinterpretación de señales.  

Todos eh.  

Que si a tal lo volteó a ver, que si aquel caminó a su lado, que si una parte del discurso de este día en la Cámara de Diputados estaba destinada específicamente para tal, porque bla bla bla.  

Locuras todas.  

Vayamos a los hechos, ya sin seguir con las interpretaciones, al menos por hoy.  

El hecho es que el 18 de septiembre saldrá la tan esperada convocatoria de Morena al gobierno de Puebla.  

Lo más interesante es que no tendrá el género definido, así que todos, probablemente irán a una primera encuesta para decidir quiénes hacen campaña.  

Si todo sucede, como a nivel nacional, antes de la primera quincena de noviembre habrá candidato.  

Mientras, las cosas siguen moviéndose y como dicen mis compañeras de Off The Record, entre más tiempo pasa, más trapitos sucios salen.  

Este día en Ambas Manos, mi compañero periodista Iván Reyes publica los documentos que prueban que el diputado federal, Nacho Mier paga parte de los sueldos de su estructura con dinero público.  

La verdad es que lo hace de la forma más burda, nunca pensamos que operadores tan conocidos de su campaña estuvieran en la nómina y con contratos vigentes este 2023.  

Ya solo faltaba encontrar a Paco Ramos.  

El caso es que tan solo cuatro de sus colaboradores suman contratos por 5.4 millones de pesos.  

El resto de su estructura, la no tan visible, también debe andar cobrando sus sueldos de la Cámara.  

Lo bueno es que Mier ya está próximo a pedir licencia para inscribirse en el proceso. Se los digo porque será un alivio para varios de sus compañeros diputados de Morena.  

Precisamente son ellos los enojados y los que, en privado, acusan de un desvío de recursos a Mier.  

Planean, se los adelanto, que su sucesora, que seguramente será afín a Claudia Sheinbaum fiscalice el dinero que se gastó en la Cámara para sueldos, obras y contratos.  

Y entonces, lo que hoy publica Ambas Manos será solo la punta del iceberg.