A la basura la ideología y principios partidistas
A nadie debe sorprender el retorno –público- de los Gali al escenario político rumbo a los comicios del 2024. Y más si no lo hacen de la mano del PAN o el PRD, donde lograron posicionarse en el ámbito gubernamental y legislativo.
De hecho ha sido una constante en recientes procesos comiciales por diferentes actores políticos o “ciudadanos” que buscan un cargo de elección popular.
Públicamente los Gali –encabezados por el exgobernador, impulsado por el PAN, José Antonio Gali- están de regreso al escenario político.
Su hijo, Antonio Gali López, exdiputado local por el PRD, fue nombrado coordinador en Puebla de la campaña de Manuel Velasco.
El exgobernador de Chiapas, representa al PVEM y es aspirante a la candidatura presidencial por la coalición de la Cuarta Transformación encabezada por Morena.
Resulta evidente que atrás quedaron los tiempos donde prácticamente pertenecer a un partido político era para toda la vida.
Salvo casos locales como del exgobernador Melquiades Morales que siempre ha pertenecido al PRI o Francisco Fraile en el PAN, difícilmente existe compromiso partidista.
Ahora los “políticos” mutan fácilmente de un partido político a otro.
Ejemplos existen de sobra.
Uno de ellos es el Héctor Alonso Granados. Fue tres veces legislador local por el PRI, Nueva Alianza y finalmente por Morena donde fue expulsado para terminar en Movimiento Ciudadano.
Otro es Julio Lorenzini. Surgió en el PRI para luego irse al PAN donde fue diputado local y federal así como funcionario estatal en el morenovallismo. Posteriormente se adhirió a Morena donde fue candidato a edil de San Pedro Cholula.
Para la elección 2024, ya hemos visto desde este año los “chapulines” buscan su interés personal para ver que nominación “pescan”.
Como ejemplo están priistas y expriistas que están dentro de los grupos de trabajo de los aspirantes a candidatos a gobernador de Morena. Ya sea Alejandro Armenta o Ignacio Mier.
Así que no debe extrañar que vaya a la basura el compromiso partidista y anteponer el interés personal por vivir del erario público.
Este escenario será más notorio en los próximos meses cuando los partidos políticos y coaliciones definan candidaturas.
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@Marcomironc
