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Lili Bustillos está prófuga: orden de aprehensión en su contra sigue vigente

Lili Bustillos está prófuga: orden de aprehensión en su contra sigue vigente

Fiscalía de Puebla en rueda de prensa da detalles sobre el caso contra Lili Bustillos.

Lili Bustillos, la mujer que durante años esclavizó a sus empleadas domésticas, está prófuga. Sigue vigente la orden de aprehensión en su contra por el delito de trata de personas.

Por supuesto que la vamos a aprehender y no tenemos información de que haya salido del país. Mantenemos coordinación con las autoridades competentes”, dijo este día el fiscal de Puebla, Gilberto Higuera Bernal.

En conferencia de prensa, el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE) reveló que se llevaron una gran sorpresa al descubrir que el abogado de esta mujer es la misma persona que sus agentes ministeriales detuvieron tiempo atrás por robo.

Liliana Bustillos, acusada de trata de personas en Puebla. credit: Facebook

Resulta que quedó libre y en la audiencia le ganó al Agente del Ministerio Público. Logró que el juez de control ordenara la inmediata libertad de Lili Bustillos por una supuesta violación a sus derechos humanos durante la aprehensión.

El criterio (del juez) no lo compartimos. Decir que una orden de aprehensión debe ser cumplida de tal o cual forma cuando de ello ya existe incluso jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Las órdenes de aprehensión se cumplen, se presentan a las personas y si alguien tiene algo que señalar respecto de la aprehensión se vierte la información en audiencia y se da vista a quien deba, pero nunca ponerse en libertad”, señaló Higuera Bernal.

También confirmó que hasta el momento solo existe una denuncia en contra de esta mujer. Sin embargo, el número de víctimas es incalculable.

FGE aclara que orden de aprehensión en contra de Lili Bustillos sigue vigente.

El nombre real de Lili Bustillos es María Hilda N. y Ambas Manos logró platicar con una de sus víctimas.

Contó que durante cinco meses no recibió un solo peso, no descansó y tampoco pudo ver a su familia. Le prohibió hablar con vecinos, le decomisó su celular y entre sus múltiples actividades estaba darle masaje en pies y espaldas.

Se escapó cuando el hijo menor de esta mujer, que en aquel entonces tenía aproximadamente seis años, le dijo que a las otras muchachas les pegaba. Además, la señora de la tortillería le hizo saber que era víctima de explotación laboral y debía salirse en cuanto antes de ahí.

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