Rogelio es el hombre que murió arrollado por un elemento de la Guardia Nacional (GN) la madrugada del pasado domingo en el municipio de Coronango. Era padre de cinco menores y hoy, en medio de la exigencia de justicia, sus familiares le dieron el último adiós.

Pido justicia para mi hermano. Dejó cinco hijos al desamparo y no es justo que le arrebataran la vida. Quiero justicia, quiero que nos ayuden, somos de escasos recursos y los niños quedaron a la deriva, él era el pilar de su hogar”, resaltó Isabel Méndez Carretero, hermana del finado Rogelio.

Entre lágrimas, Isabel abundó que el elemento de la Guardia Nacional que lo arrolló “sigue prófugo de la justicia. Dicen que porque es de la militar no podemos hacer nada, que no nos podemos meter con él, que porque tenemos bajos recursos no podemos hacer nada”.

La mujer lamentó que ya jamás van a ver a su hermano y recordó que apenas hace dos meses enterraron a un sobrino que precisamente este martes estaría cumpliendo 15 años de edad, pero falleció en el Hospital del Niño Poblano. Ante eso, recalcó que exigen justicia para que detengan y cubra los daños correspondientes el oficial de la Guardia Nacional identificado con el nombre de Carlos.

Así, poco antes del mediodía, más de un centenar de familiares, amigos y conocidos de Rogelio conformaron el cortejo fúnebre que llegó a la capilla de San Antonio Mihuacan para presenciar la misa de cuerpo presente. Más tarde, marcharon al panteón local, donde enterraron sus restos, dándole el último adiós al grito de justicia.

Elemento de la GN mató a un hombre y lesionó a tres menores en Coronango

Como Ambas Manos informó, la madrugada del domingo pasado un elemento de la GN en aparente estado de ebriedad arrolló y mató a un hombre en calles de la localidad de San Antonio Mihuacan.

Aunque algunas personas lograron retenerlo, quizás pensó que lo iban a linchar y poco después el presunto responsable se escapó y hoy anda prófugo de la justicia.

Más adelante se supo que además de la muerte de Rogelio, de 37 años de edad, tres sus cinco hijos resultaron lesionados. Afortunadamente ya fueron dados de alta, tras ser llevados a un centro hospitalario por los mismos familiares de las víctimas.

Los deudos acusaron que el día de los hechos, los paramédicos de la región de Santa María Coronango no quisieron hacerse cargo del traslado de los menores, por lo que la familia tuvo que ver la manera de llevar a los pequeños a un hospital.

Fue así como se logró que Luis, de 9 años de edad, Jesús Antonio de 11 y Ángel Gabriel de 15 años, recibieran atención médica a detalle en un nosocomio de Nativitas, Tlaxcala. Por suerte no sufrieron lesiones de consideración.

Al momento, a decir de los dolientes, ninguna autoridad auxiliar o municipal se ha acercado a ofrecer algún tipo de ayuda o apoyo a la viuda de Rogelio.

Rogelio regresaba de una fiesta con su esposa e hijos cuando los atropellaron

Ahora se sabe que la tarde del sábado, Rogelio junto con su esposa e hijos acudió a una fiesta a bordo de su mototaxi. Horas después, durante la madrugada del domingo, se retiraron del lugar, pero el vehículo tuvo una falla camino a su casa.

Ante los hechos, los tres menores se quedaron en el mototaxi mientras Rogelio y su esposa procedieron a empujarlo. En ese instante Carlos, el supuesto elemento de la Guardia Nacional, los arrolló con su automóvil de la marca Honda.

Luego, en su intento de huida, chocó contra una camioneta estacionada y fue ahí cuando lo retuvieron los vecinos, pero logró escapar a pie sin que al momento se sepa sobre su paradero.

Dentro del automóvil que dejó abandonado fue hallado un celular en el que había fotos de él vestido de militar y en las más recientes se le ve de guardia nacional.

Además, en sus redes sociales, el sujeto de entre 25 a 30 años se mofaba a sí mismo de su afición a beber. Por ejemplo, publicó una frase que dice “Llevo toda mi vida pisteando y no se me ha vuelto vicio, gracias a Dios”.

Es así que los deudos exigen justicia y que las autoridades de la Fiscalía General del Estado agilicen las investigaciones para castigar al responsable.

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