La Fiscalía General del Estado (FGE) confirmó que Eva, una profesora pensionada, fue asesinada por su propio hijo, Saúl en Acatlán de Osorio. Después de cometer el feminicidio, el sujeto confesó que mató a su mamá porque “se le metió el diablo”.

Aunque Saúl trató de pasarse por enfermo mental, la FGE determinó que no tienen ningún padecimiento y logró que un juez de control lo vinculara a proceso por los delitos de feminicidio y violencia familiar.

Ambas Manos adelantó que, el pasado 26 de agosto, un sujeto mató a su propia madre al interior de su domicilio en la mixteca poblana. En ese momento solo se sabía el nombre de la víctima, Eva y se dijo que el responsable tenía aproximadamente 30 años de edad.

En realidad, Saúl tiene 54 años y estaba en compañía de sus padres Eva, de 72 años y Juan Saúl cuando de repente comenzó a agredir físicamente a su mamá. Primero le dio puñetazos y patadas en el cuerpo y rostro y luego, la golpeó en la cara con una piedra hasta matarla.

Habitación y piedra con la que Saúl asesinó a su madre. credit: FGE

Juan Saúl intentó ayudar a su esposa, pero su hijo le pegó en el rostro causándole sangrado en la nariz. El señor de la tercera edad logró salir de la casa y pidió ayuda a policías municipales que circulaban por el lugar.

Al ingresar al domicilio, los uniformados encontraron a Saúl sobre el cuerpo de la víctima; es decir, lo detuvieron en flagrancia delictiva.

Ubicación y fachad de la vivienda donde asesinaron a una maestra jubilada. credit: FGE

De esta forma, la Fiscalía de Puebla tomó conocimiento de los hechos y la detención del presunto responsable.

Saúl mató a su mamá en Acatlán de Osorio; confesó el feminicidio y dijo que “se le metió el diablo”

Fuentes cercanas a este medio indicaron que Saúl comentó “se me metió el diablo” y que sintió su corazón y cerebro endurecerse antes de cometer el crimen. Relató a las autoridades que, al sentirse mal, acudió a la habitación de sus padres para pedir que lo llevaran al médico. En ese momento atacó a su madre con una piedra.

Eva, quien era maestra jubilada junto a su esposo, intentó defenderse, pero la golpeó mortalmente su hijo.

La familia de Saúl, desde el primer momento, señaló que este padece esquizofrenia y había mostrado comportamientos erráticos en el pasado. De hecho, testigos indicaron que, durante la audiencia inicial, su conducta fue extraña y diferente a la de otros imputados.

Sin embargo, Margarita Garcidueñas Cuellar, titular de la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Violencia de Género Contra las Mujeres, mencionó en conferencia de prensa que los dictámenes médicos recientes no indican que Saúl tenga un padecimiento.

La fiscal abundó que a Saúl ya lo vincularon a proceso por los delitos de feminicidio y violencia familiar y se encuentra internado bajo la medida preventiva de prisión preventiva oficiosa. El juez de control otorgó cuatro meses para que se lleve a cabo la investigación complementaria.

Aun así, la familia pide que se realice una revaloración del estado mental de Saúl, pues sostienen que sí se encuentra mal de sus facultades. Incluso aseguraba que su madre practicaba brujería.

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