Un grupo de niños y niñas armados busca proteger a su comunidad de la delincuencia en el estado de Guerrero.

En redes sociales, las imágenes causaron conmoción, ya que han dejado la inocencia atrás para enfrentar la ola de violencia que viven en las calles.

El grupo de 20 menores de entre 11 y 15 años de edad se sumaron a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores.

Estos niños armados son los nuevos integrantes de la Policía Comunitaria de Ayahualtempa, Guerrero. Es un poblado que pertenece al municipio de José Joaquín de Herrera en la región de la Montaña de Guerrero.

Desde hace un año, la comunidad indígena decidió hacer justicia por su cuenta. Ahora portan armas para protegerse del grupo delictivo Los Ardillos.

A los criminales los hacen responsables de al menos cuatro desapariciones de pobladores, además de otras dos personas desaparecidas en 2021.

Señalaron que ya no van a permitir que sigan secuestrando a su gente y por ello, adiestraron a los jóvenes para el uso de armas. “Ya saben sus derechos”, dijeron.

La presentación del grupo se da días después de que los habitantes denunciaron la desaparición de una familia de indígenas nahuas.

A los cuatro se les identificó como Cecilia Gaspar Hernández, de 50 años; su esposo Teodoro Domingo Ortiz de 52 años; y sus hijos Roberto y Gaudencio de 30 y 22 años.

Las víctimas fueron interceptadas por sujetos armados cuando se dirigían a pastorear su ganado en la localidad de Zacatepec.

Una vez que se dieron a conocer los hechos, se implementó un operativo de búsqueda por parte de elementos de la Policía Ministerial Investigadora. Se hizo en coordinación con elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y Guardia Nacional.

Asimismo, funcionarios del gobierno de Guerrero, de la Sedena y de la Fiscalía de Justicia de Guerrero se reunieron con los habitantes de Ayahualtempa.

Ahí fueron a conocer los avances de la investigación. Señalaron que se realizan operativos constantes para localizar a la familia desaparecida.