La historia de cada país está influenciada por hombres y mujeres brillantes, algunos de ellos lamentablemente no tuvieron el reconocimiento que se merecían. En consecuencia, su talento, contribuciones y su vida en general pasan desapercibidas para muchos de nosotros. Tal y como ocurre con la mexicana Luz Jiménez, si no tienes idea de quién es, sigue leyendo porque esto te interesa.

Para empezar, en enero de este año, Google celebró su aniversario luctuoso número 58. Asimismo, para reconocer su influencia y el papel que desempeñó en el arte y la cultura de México le dedicó un Doodle. Así es como las personas conocieron algunos datos de esta mujer indígena.

Luz Jiménez nació en Milpa Alta el 28 de enero de 1897.
Captura de pantalla del Doodle que Google le dedico a Luz Jiménez. credit: Google

Ahora bien, Julia Jiménez González mejor conocida como Luz Jiménez nació el 28 de enero de 1897 en Milpa Alta. Creció en una familia nahua y en un entorno de pobreza. En la comunidad donde vivía los pobladores se dedicaban principalmente al cultivo de frijol, maíz, calabaza y magueyes, estos últimos para producir pulque.

A pesar de crecer en un entorno de necesidad, logró estudiar algunos años en la escuela Concepción Arenal hasta que dio inicio la Revolución Mexicana.

De hecho, Luz Jiménez dedicó su vida a la enseñanza de su lengua materna, el náhuatl. Fue traductora, escritora y contribuyó a empoderar esta lengua, al convertirse en su principal promotora.

Los libros de Julia

A todo esto, colaboró con varios lingüistas, académicos, antropólogos e historiadores. Incluso los libros en los que participó se utilizaron como referencia para la enseñanza de esta macrolengua. Algunos de sus relatos y vivencias se recopilaron en diferentes obras. Por ejemplo, en “De Porfirio Díaz a Zapata: memoria náhuatl de Milpa Alta” de Fernando Horcasitas, Luz habló del día que conoció a Emiliano Zapata. Así como, “Luz Jiménez, símbolo de un pueblo milenario” y “Los cuentos en Náhuatl de Doña Luz Jiménez”.

En realidad, cambió su nombre en un par de ocasiones, pasó de Luciana, Lucha, Juliana hasta llegar al más conocido, Luz.

El camino de Luz Jiménez se entrelazó con el de importantes pintores mexicanos y extranjeros

Para 1920, Luz Jiménez tuvo su primer contacto con pintores mexicanos, tales como Fernando Leal, Fermín Revueltas y Ramón Alva de la Canal. Pues al ganar el concurso “Doncella de la primavera” la convencieron para que modelara para ellos.

Después, posó para la escuela al aire libre de Coyoacán donde conoció a los muralistas Diego Rivera, José Clemente Orozco y al francés Jean Charlot. Desde entonces su vida cambió por completo.

Con Diego Rivera participó en numerosos murales como “La vendedora de flores”, “La mecanización del campo”, “La molendera” y “La maestra rural”.

Doña Luz murió el día de su cumpleaños, el 28 de enero de 1965.
Mural en el que se ve a Luz Jiménez sentada junto a un grupo de niños. Representado a “La Maestra Rural” de Diego Rivera. credit: SEP

De hecho, tuvo una amistad muy cercana y duradera con Diego y Charlot. A tal grado que vivió en la casa-estudio Diego Rivera y Frida Kahlo.

Luz tuvo una gran amistad con los muralistas Diego Rivera y Jean Charlot.
Foto en la que aparece Jean Charlot, sus hijos y Luz Jiménez sentada en un sillón. credit: Fondo documental y fotográfico Luz Jiménez

Por su parte, Charlot y la antropóloga Anita Brenner fueron los padrinos de Concepción, la única hija que Luz tuvo.

Algunos de los relatos y vivencias de Luz Jiménez se encuentran en libros.
Retrato de Luz Jiménez y su hija Conchita en 1926. credit: Tina Modotti / Mediateca INAH

La mujer más pintada en México

Doña Luz Jiménez como también la conocían, se convirtió en la musa de diferentes personajes artísticos de la época.

Para el pintor mexicano Clemente Orozco fue la “La Malinche” mientras que para la fotógrafa Tina Modotti protagonizó sus retratos más icónicos.

En 1920 ganó el concurso Doncella de la primavera.
Mural “La Malinche” de José Clemente Orozco. En el se puede ver a un hombre y una mujer desnudos. credit: UNAM

Esta increíble representante del arte indigenista mexicano aparece en más de 50 murales, 6 obras arquitectónicas y un sinfín de pinturas y esculturas.

Entre sus esculturas más sobresalientes se encuentra, la “Fuente de los Cántaros” de José María Fernández Urbina. La cual se encuentra en el Parque México.

Luz fue representante del arte indigenista mexicano.
Vista de la Fuente de los Cántaros, ubicada en el Parque México en CDMX. credit: Aggi Garduño / El País

A pesar de que participó en todos estos proyectos, su trabajo no recibió el reconocimiento que merecía. Por un lado, el lugar de donde era originaria la criticó severamente por modelar. Ya que en algunas ocasiones posaba desnuda. Por otro lado, no pudo mejorar su situación económica, ya que, al parecer, le pagaban poco por sus participaciones.

Finalmente, pasó sus últimos días vendiendo ropa en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Murió el día que cumplía 68 años atropellada por un automóvil. Sus restos reposan en el panteón civil de la alcaldía de Iztapalapa.

Luz Jiménez se comvirtió en la principal promotora de la lengua Náhuatl.
Foto con efecto sepia de Doña Luz Jiménez. credit: Wikipedia
Documental en YouTube sobre la vida de Doña Luz Jiménez.

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Mercedes Mendoza

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Editora desde 2016. Redactora y editora SEO en Ambas Manos.