El gobierno de Bolivia pidió al Vaticano información sobre casos de abuso sexual, cometidos principalmente contra infantes.  

El pasado 22 de mayo, el presidente Luis Arce envió una carta al papa Francisco solicitando archivos y expedientes. Todo ello relacionado con la investigación de sacerdotes católicos acusados de abuso sexual cometidos en dicho país.  

Lo anterior, como consecuencia de las pesquisas iniciadas por la fiscalía boliviana sobre diversos casos de pederastia. Esto, tras las revelaciones del sacerdote español Alfonso Pedrajas, quien abusó de 85 infantes entre 1970 y 1980.  

Asimismo, en la carta enviada al Vaticano, se manifestó que el gobierno boliviano reserva su derecho de entrada a nuevos sacerdotes católicos.  

Bolivia le dice al Papa Francisco que no se permitirá el ingreso de sacerdotes pederastas.

María Nela Prada, ministra de la presidencia, informó que dentro de esta medida se investigarán los antecedentes de todos los sacerdotes católicos.  

El objetivo es salvaguardar a las infancias bolivianas, puesto que se han perpetrado abusos en su contra durante muchos años.  

La publicación de la carta a la Santa Sede se da momentos después de la llegada al país del monseñor Jordi Bertomeu.  

Ello, a solicitud de la Conferencia Episcopal Boliviana, que dio a conocer la presencia del enviado especial por parte del Vaticano.  Se le encomendó la tarea de impartir cursos sobre la prevención de delitos de abuso.

De carácter reflexivo, los encuentros por parte del monseñor Jordi se llevarán a cabo con las víctimas y sus familias.  

La publicación de la carta ocurre tras la llegada al país del monseñor Jordi Bertomeu.  

Bertomeu, experto en uno de los temas más complejos para el Vaticano, estuvo involucrado en casos como el del padre Maciel en México. Fue un caso en el que se vieron afectadas numerosas víctimas por parte de los Legionarios de Cristo.  

También, en el caso de los delitos cometidos en Chile por el sacerdote Fernando Karadima.  

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