Cómo dar un golpe de suerte es el nuevo capítulo del podcast “The Road Runner” de Guillermo del Castillo. Podrás escucharlo en Spotify o leerlo aquí.

“Soy muy afortunado y suertudo”. Esa es la frase que a menudo escucho de los demás. Quiero que sepas que no nací en cuna de oro, ni me dieron a manos llenas, pero lo que no ven es que esa “suerte” es el resultado de la gran enseñanza de mis padres, de un gran aprendizaje personal, de soñar en grande y sobretodo, de mi puesta en marcha. Este camino ha implicado arduo trabajo, dedicación constante y una determinación implacable. No es solo cuestión de suerte, sino de esfuerzo, disciplina y constancia.

Cada día me levanto con la convicción de que el trabajo duro es el camino hacia el éxito. Me esfuerzo por superarme a mí mismo, por desafiarme continuamente y por no conformarme con menos de lo que sé que soy capaz de lograr. Me exijo al máximo, consciente de que solo así puedo alcanzar mis metas y aspiraciones.

No solo me esfuerzo en el ámbito laboral y familiar sino también en mi bienestar físico y mental. Me ejercito, me alimento bien, duermo lo suficiente. Cuido mi cuerpo y mi mente comprendiendo que la salud es la base de todo logro y realización.

Pero no me conformo con la mera existencia. Sueño en grande, imagino un futuro lleno de posibilidades y potencialidades. Creo en mis propias capacidades y no temo desafiarme con nuevos horizontes y proyectos. Me sumerjo en la creatividad, en la imaginación, consciente de que el mundo está lleno de oportunidades para aquellos dispuestos a explorarlas.

Sigo mis propias opiniones y consejos, confiando en mi intuición y en mi capacidad de discernimiento. Pero también soy consciente de la importancia de ser humilde, de escuchar a los demás, de estar abierto a nuevas perspectivas y de admitir cuando me equivoco y aprender de mis errores sin quedarme atorado en ellos.

Cada día doy lo mejor de mí, buscando respuestas, cuestionando lo establecido, investigando y observando. Me esfuerzo por ser el mejor ejemplo para los demás, por ser un buen amigo, leal, amoroso, cariñoso, cortés y caballeroso. Admiro a los demás y busco siempre una forma de ayudarles en su camino.

No me conformo con la mediocridad, busco la excelencia en cada aspecto de mi vida. Me exijo, me entrego con pasión, pongo belleza en las cosas que hago y me esfuerzo por ser profesional en todo momento. Y aunque parezca contradictorio, es en ese despliegue de esfuerzo y dedicación que algunos llaman suerte, es donde me encuentro con esos golpes de “suerte” que tantos atribuyen a mi vida.

Esas “buenas casualidades” que la gente observa en mi vida, no son más que el resultado de un compromiso constante con mis valores, mis metas y mi visión del mundo. La suerte es el fruto de la entrega, la pasión y la constancia. La suerte, en mi caso, es el eco de todo lo que he dado, de todo en lo que he creído y de todo en lo que he luchado. No es suerte, es el resultado visible de una vida entregada a la superación, la generosidad, la perseverancia y el amor.

Y si, a parte de todo esto, tengo que confesarte, que también me doy la oportunidad de dar algunos muy buenos golpes de buena suerte!!!!

Te recuerdo, el mundo necesita que brilles.

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Soy Guillermo del Castillo,
¡Te quiero!

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