A Karla López Albert la mató su novio, Manuel Forcelledo Nader, entre el 30 y 31 de enero de 2014. Ella tenía cinco meses de embarazo. Hoy, a 10 años del arroz crimen, su familia no ha obtenido justicia.

El homicida no actuó solo, tenía dos cómplices: Rodrigo Augusto Solís Cano, alias “El Roko” y Moisés Cordero Hernández, alias ‘El Moy’ también participaron en el crimen.

Ellos fueron quienes la golpearon de forma incesante hasta su muerte.

Fotos de Manuel Forcelledo Nader, Rodrigo Augusto Solís Cano, Moisés Cordero Hernández y Leopoldo Camacho Vázquez, feminicidas de Karla López Albert. credit: Milenio

El cuerpo de Karla fue hallado sin vida la madrugada del 7 de febrero al interior de la cajuela de un auto, en un paradero de la Ciudad de México, antes Distrito Federal.

Los últimos días de una mujer que, a voluntad de su victimario, terminaron en un paraje desolado, no verían más la luz.

López Albert, el primer feminicidio

“Y las causas
Lo fueron cercando
Cotidianas, invisibles
Y el azar
Se le iba enredando
Poderoso, invencible”

Silvio Rodríguez, cantautor cubano, versa en la letra de la canción “Causas y Azares”, que la paz o el espanto nos esperan al final de cada día, pero nunca sabemos cuál llegará primero ni en qué momento.

El asesinato de la joven de 31 años trascendió como el primer caso de feminicidio que se registró en la entidad. Además, significó un parteaguas en los medios de comunicación y la forma en la que se realizarían, en adelante, las coberturas de casos que implicaban cualquier forma de violencia en contra de una mujer.

Mural en la Ibero Puebla en homenaje a Karla López Albert. credit: Agencia Enfoque

La sociedad poblana estaba consternada por los hechos. La palabra, el concepto “feminicidio”, no era común en los titulares, tampoco en el lenguaje cotidiano.

Había un ambiente de expectación. Un nerviosismo latente. Una desaparición que se convirtió en cuestión de días en un feminicidio.

La relación de López Albert  y Manuel Forcelledo

Karla y Manuel tenían 31 y 28 años, respectivamente. Se conocieron el 3 de junio de 2013 en un bar que se ubicaba en la zona de Angelópolis, conocido como “La Chilanguita”.

Tiempo después iniciaron una relación que estuvo marcada por las tensiones a partir del embarazo de Karla. Cuando él se enteró, en octubre del mismo año, le pidió que abortará. Ella dijo que no.

Incluso trató de persuadirla en dos ocasiones más, pero ella siempre se negó.

El embarazo avanzaba y las opciones de Manuel cada vez eran menos. Fue entonces que entregó 20 mil pesos a Karla para que se practicara una interrupción clandestina mediante cesárea.

La respuesta fue la misma: Un rotundo ¡No!

Fue así, que el 30 de enero de 2014, Manuel citó a Karla en el salón de fiestas infantiles  Katz, propiedad de los padres de él, para supuestamente, definir cómo asumiría la responsabilidad en el embarazo.

Pero la paternidad no estaba en sus planes. Un acto cobarde, sí…

En el lugar también se encontraban Rodrigo Augusto Solís Cano, de 32 años, conocido como El Roko, y Moisés Codero Hernández, de 42 años, de apodo El Moy.

Cuando López Albert llegó al salón “Katz”, ubicado en la lateral de la Recta Cholula y Periférico, la joven fue sometida por Manuel Forcelledo y Rodrigo Solís, y después la estrangularon con “rafia” hasta que perdió la vida.

Consumado el hecho, Rodrigo trasladó el auto hasta la ciudad de México, lugar en el que mantuvo escondido el cuerpo durante dos días, para llevarlo la madrugada del domingo 2 de febrero, al lugar en el que fue hallado.

“Justicia para López Albert”

El 7 de febrero de 2014 el cadáver de Karla López fue encontrado por elementos de la entonces Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) en el interior de su vehículo.

Luego de siete años del brutal crimen, en mayo de 2021, la justicia para Karla, o al menos una parte, llegó cuando el juez Enrique Romero Razo sentenció a 76 años de prisión a Manuel Forcelledo Nader.

Foto de Manuel Forcelledo Nader, pareja y feminicida de Karla López Albert. credit: Municipios

Sin embargo, Carlos López Guzmán y Esperanza Albert, padres de la víctima, han manifestado su descontento ya que los otros implicados Rodrigo Augusto Solís Cano y Moisés Cordero Hernández, continúan sin recibir sentencia.

Esperanza Albert Razo, madre de Karla López Albert. credit: Agencia Enfoque

Para ellos, el descanso de su hija y el del bebé que esperaba también dependen de que la justicia alcance a todos los implicados.

No se trata de revictimizar el nombre de Karla, sino de recordarnos que, a 10 años de su feminicidio, la historia no se ha terminado de contar. Falta el final.

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