Gabriel y Mariana fueron víctimas de un secuestro en la autopista cuando pasaron la caseta de cobro de San Martín Texmelucan, Puebla. Vivieron dos horas de terror a merced de sus plagiarios.  

Ambos salieron de Querétaro a las tres de la tarde y tomaron la autopista que va a la Ciudad de México para asistir a una boda en Val’Quirico, un complejo residencial ubicado sobre el kilómetro dos de la carretera a Santa Isabel Tetlatauca, en el estado de Tlaxcala. 

Lo hicieron con tiempo para evitar que la noche los sorprendiera en el camino. Sin embargo, un accidente en carretera dispuso lo contrario. 

La luz de día se había ido, y con ella las precauciones que la pareja había tomado para evitar la oscuridad en una de las tantas peligrosas autopistas que existen en el país.  

A cinco minutos de llegar a su destino, pasando la caseta de cobro de San Martín Texmelucan, un vehículo con estrobos les hizo señas para que se orillaran. 

La torreta que destellaba luces azules, rojas y blancas les hizo pensar que se trataba de una patrulla, por lo que no dudaron en detenerse. 

Resultó ser una patrulla falsa, pero te avientan las luces (…) y tú no puedes ver si es una patrulla o no, uno no quiere tener problemas con la autoridad”.  

Ya orillados, se acercaron dos hombres, uno de cada lado. A Gabriel lo abordo uno que traía una pistola y le pidió sus documentos para supuestamente revisarlos; a Mariana le pidieron que se bajara del auto. Así lo hizo y cuando se aproximaba al sujeto se dio cuenta que era un “chavillo”, según relata Gabriel.  

El modus operandi de los delincuentes da resultado. Sus víctimas están confundidas y con miedo. Ambos son encañonados con pistolas mientras otras personas se llevan su camioneta.  

Mariana, salvo un empujón, se libra de mayores agresiones, pero Gabriel es golpeado en las costillas y en la cabeza con una pistola, lo que le provoca una herida profunda que lo hace sangrar.  

Gabriel y Mariana: dos horas de secuestro y terror a la orilla de la autopista  

Tras el sometimiento, la pareja queda a la deriva, a la orilla de la carretera. Sus captores los mantienen secuestrados por dos horas en un terreno baldío donde les piden información para conocer los números de NIP de sus tarjetas bancarias, así como las contraseñas de los teléfonos celulares.  

Todo esto ocurre con Gabriel atado de pies y manos con las agujetas de sus tenis.  

Los dos están aterrorizados, a voluntad de sus secuestradores y con la angustia de lo que pasará con ellos.  

El terror psicológico y el trauma con el que uno queda después de un secuestro de dos horas ahí, sin saber si estas personas te van a quitar o no la vida” 

El relato de Gabriel circula en un video que publica en sus redes sociales en donde hace varias recomendaciones a quienes viajan por carretera.  

De los responsables del plagio y el robo de su vehículo no se sabe nada. Pero agradece que solo sea lo material lo que se ha perdido.  

La delincuencia en las autopistas de nuestro país ha venido en aumento los últimos años y cada vez hay más registros en video de la violencia con la que operan las bandas criminales sin que la autoridad tome cartas en el asunto.  

Hasta el momento no hay estrategias contundentes por parte del gobierno federal para combatir el denuedo con el que opera el crimen. No se han visto.  

En X, relatan cómo Gabriel y Mariana fueron víctimas de secuestro en la autopista, pasando Texmelucan.
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