Jesica Estrada es la mujer que consiguió la segunda vinculación a proceso en Puebla por violencia vicaria. En tres años no vio a sus hijas de 10 y 8 años y aunque su agresor ya está en prisión, el juez de lo familiar ordenó que debe compartir la guardia y custodia con él. 

Jesica narró a Ambas Manos que es contadora pública y estuvo casada 15 años con Rubén Félix N., contador fiscalista. Juntos crearon una empresa: Estrategia Intelectual, procrearon dos hijas y se hicieron de bienes. Sin embargo, todo se facturaba a nombre de él porque todo (casa, autos y cuentas) estaba a su nombre. 

Fue en enero de 2020 cuando Rubén Félix N. la amenazó para que firmara como aval la venta de una universidad. Ella se negó ante un posible fraude que la metería en problemas legales y de un día para otro se quedó sin hijas, casa, ropa y documentos. 

Jesica fue detenida: su esposo lo planeó  

El 10 de enero, cuando llegó a su oficina, ya la esperaban decenas de elementos policiacos que la detuvieron junto a dos de sus colaboradores por un presunto robo en flagrancia. Su propio esposo la denunció, pero ella era administradora única y representante legal de ese lugar. 

Pese a esto, estuvo privada de la libertad durante tres días cuando salió, ya no pudo regresar a su casa. Los vigilantes del fraccionamiento Lomas de Angelópolis le impidieron el paso por instrucciones del padre de sus hijas. Ya no le permitieron entrar por su ropa, documentos personales y equipo de trabajo.   

Luego descubrió que todo fue planeado. El 8 de enero, días antes de que la detuvieran, Rubén Félix N. solicitó la guardia y custodia de sus hijas. Al siguiente día ya estaba la declaración de los policías que la detuvieron. 

Falta perspectiva de género para litigar casos de violencia vicaria: Jesica Estrada

El director de posgrados del Instituto Benemérito de Ciencias Jurídicas (IBCJ) argumentó que Jesica abandonó su casa y la entonces titular del Juzgado Primero de lo Familiar de Cholula, Miriam Botello, le entregó la guardia y custodia de las niñas. 

A la jueza se le “olvidó” señalar los días de convivencia, así que no vio a sus hijas durante tres años. Luego, ella presentó una denuncia por violencia familiar, pero la investigación culminó porque el Agente del Ministerio Público dijo que no había suficientes elementos para seguir el proceso. 

Jesica Estrada consideró que todavía no hay perspectiva de género para litigar, pues también fue víctima de violencia institucional. Abogados, ministeriales públicos, jueces y sociedad en general son cómplices, acusó. 

Gracias a que en Puebla la violencia vicaria ya es un delito que se castiga con cárcel, Jesica nunca desistió del proceso penal. El 24 de marzo de este año Rubén Félix N. se presentó a audiencia de formulación de imputación en la Casa de Justicia de Cholula. 

Su defensa solicitó la duplicidad del término constitucional para resolver la vinculación a proceso, pero, debido a sus constantes viajes, el juez de control le impuso la medida cautelar de prisión preventiva justificada. Ese día ingresó al Cereso de San Pedro Cholula. 

Una semana después quedó vinculado a proceso y aunque Jesica ya recuperó a sus hijas, cada semana será sometida a una evaluación para ver si está en condiciones de tenerlas. También debe presentar sus estados de cuenta.  

Entrevista de Viridiana Lozano a Jesica Estrada, quien es una víctima de violencia vicaria en Puebla
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Magarely Hernández López

Magarely Hernández

Licenciada en Periodismo por el Centro de Estudios Universitarios PART. Reportera desde 2017 en temas de seguridad, feminicidios y desapariciones.