El “Jefe de jefes” y exlíder del Cártel de Guadalajara, Miguel Ángel Félix Gallardo, continuará su condena en prisión domiciliaria tras 33 años encarcelado por el asesinato de Enrique “Kiki” Camarena, agente de la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA). 

Un juez de distrito le concedió la prisión domiciliaria debido a su complicado estado de salud que le ha provocado la pérdida de vista de un ojo, audición en un oído, además de otros padecimientos, indicó el director de Prevención y Reinserción Social de Jalisco, Juan Antonio Pérez. 

El “Jefe de jefes” ha estado encarcelado desde hace más de tres décadas en el complejo carcelario de Puente Grande, que abandonará en próximas horas si la Fiscalía General de la República (FGR) no impugna la sentencia. 

Félix Gallardo llevaba encarcelado desde 1989 por el asesinato de Enrique Camarena, agente de la DEA, aunque no recibió condena hasta 2017. 

Junto con Ernesto Fonseca Carrillo y Rafael Caro Quintero, fundaron el entonces hegemónico Cártel de Guadalajara que transportaba mariguana, opio y cocaína a los Estados Unidos. 

Félix Gallardo fue detenido en abril de 1989 en una lujosa casa en la calle Cosmos de Guadalajara. 

Fue hasta 2017 que el capo fue condenado a 37 años de prisión por el asesinato del exagente de la DEA, además de haber sido sentenciado por delitos como acopio de armas, cohecho, delitos contra la salud, homicidio, tráfico de drogas y lavado de dinero. 

También, se le ordenó dar un pago de casi 21 millones de pesos como reparación del daño. 

Ha impugnado numerosas veces su sentencia. Desde 2016, ha entablado dos juicios en busca de ser confinado en una residencia en el fraccionamiento Ciudad del Sol, en Zapopan, Jalisco por su estado de salud. 

Los recursos judiciales han sido interpuestos para que el exnarcotraficante pueda ser atendido de diversos padecimientos como la pérdida de visión en un ojo y cataratas en otro; mal funcionamiento de un oído; problemas de reflujo, y dificultades para caminar, además de contar con antecedentes de micro infartos cerebrales y hernias. 

Su más reciente recaída ocurrió en julio de este año, cuando fue trasladado a un hospital de Guadalajara en un intento por salvarle la vista. Finalmente, este lunes 12 de septiembre un juez de distrito le concedió prisión domiciliaria para terminar su condena desde casa. 

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