Por primera vez, el Vaticano aprobó otorgar la bendición a parejas del mismo sexo sin considerarlas matrimonio. 

La autoridad eclesiástica más importante del mundo emitió un documento este 18 de diciembre en el que se establece este nuevo lineamiento. 

Con la firma de su santidad, el Papa Francisco se autoriza que se bendiga a las parejas del mismo sexo.

También, a aquellas en “situaciones irregulares” o no convencionales para la iglesia católica.  

En el comunicado de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se informa que:

Se puede entender la posibilidad de bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo, sin convalidar oficialmente su ‘status’ ni alterar en modo alguno la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el Matrimonio”. 

No obstante, aclara que la bendición “nunca se realizará al mismo tiempo que los ritos civiles de unión, ni tampoco en conexión con ellos. Ni siquiera con las vestimentas, gestos o palabras propias de un matrimonio”. 

La “declaración” que emitió el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández se nombró Fiducia Supplicans que habla sobre el sentido pastoral de las bendiciones. 

La iniciativa surgió de una carta del Papa Francisco que envió a dos cardenales de línea conservadora y que se dio a conocer en octubre. En ella, el pontífice sugirió que las bendiciones se pudieran otorgar en ciertos casos si no confunden el ritual con el sacramento del matrimonio. 

Esta es la primera que la Doctrina de la Fe, el antiguo Santo Oficio, publica en los últimos 23 años, desde Dominus Jesús en 2000. 

En Fiducia suplicans inicia con una introducción all prefecto del Dicasterio. Este, a su vez, explica que esta declaración profundiza en el “significado pastoral de las bendiciones”. Esto permite “ampliar y enriquecer su comprensión clásica” a través de una reflexión teológica “basada en la visión pastoral del Papa Francisco”. 

La explicación infiere la posibilidad “de bendecir a parejas en situación irregular y a parejas del mismo sexo, sin validar oficialmente su estatus ni modificar en nada la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el matrimonio”. 

La bendición a parejas homosexuales o aquellas fuera del matrimonio, pueden darse con una “oración breve” en la que el sacerdote puede pedir para los bendecidos “la paz, salud, un espíritu de paciencia, diálogo y ayuda mutua”. 

También, puede otorgarse en otros contextos como la visita a un santuario, el encuentro con un sacerdote.

Debido a que la iglesia católica se opone al matrimonio homosexual, aclara que no se debe ni promover un ritual para las bendiciones de parejas en una situación irregular.   

Sin embargo, “no se debe tampoco impedir o prohibir la cercanía de la Iglesia a cada situación en la que se pida la ayuda de Dios a través de una simple bendición”. 

En este escrito, reafirman que el matrimonio es un sacramento para toda la vida entre un hombre y una mujer. Sólo se consideran lícitas las relaciones sexuales dentro del matrimonio entre un hombre y una mujer. 

Aclararon que para evitar “cualquier forma de confusión y escándalo”, cuando una pareja del mismo sexo pida la bendición, “nunca se realizará al mismo tiempo que los ritos civiles de unión, ni tampoco en conexión con ellos”.  

Para ello, no podrán asimilar “ni siquiera con las vestimentas, gestos o palabras propias de un matrimonio”.  

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